En la parroquia de Entrecruces, próxima a la capilla de San Paio, podemos contemplar uno de los espectáculos más hermosos que la naturaleza regaló a la comarca de Bergantiños.
La ruta comienza en la ermita de San Paio, donde existe un área de aparcamiento para dejar el coche. Desde allí unas señales de madera indican el camino a seguir hacia la cascada.
La senda que discurre por la orilla del río Outón se encuentra flanqueada por una buena representación del típico bosque de ribera, con robles, alisos, sauces, fresnos, espinos y avellanos, entre otras especies.
Unos metros antes de la caída de agua, todavía se pueden ver los restos de antiguos molinos de agua, e incluso de una pequeña central hidroeléctrica que desde 1915 abasteció, durante un tiempo, de energía eléctrica a la villa de Carballo.
De sus proximidades parte un pequeño camino en pendiente que asciende hasta un mirador junto a la cascada (Dificultad media). Desde allí no es posible observar la cascada, pero sí se pueden admirar unas bonitas vistas hacia el valle y el río que transcurre por su fondo.
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